Cibersur.com | 20/03/2024 08:58
Un 67 % de los españoles admite que conserva en casa un teléfono móvil más antiguo que el que usa actualmente, según concluye el estudio ‘Uso y consumo de la tecnología en 2024’[1] impulsado por Grover, compañía líder en alquiler de tecnología. Esta cifra no es un dato aislado, ya que la tendencia a conservar dispositivos obsoletos o en desuso es mayoritaria en nuestro país, con un 85 % de la población que dice estar guardando al menos un aparato que no utiliza.
La tecnología es sinónimo de evolución constante. Y esta realidad provoca que el creciente repertorio de dispositivos para nuestro día a día se deje a muchos de ellos por el camino con el paso de los años. Bien sea porque nos hacemos con una versión más actualizada, porque otro producto más moderno ya realiza sus tareas o porque su cometido ya no es necesario, nuestros cajones y trasteros se han convertido en auténticos cementerios de tecnología.
El estudio de Grover también subraya la gran cantidad de dispositivos en desuso que la gente tiende a acumular. Es más, casi tres cuartas partes de la población (74 %) almacenan en casa más de un producto tecnológico anticuado, mientras que el 29 % de españoles va un paso más allá: han convertido sus hogares en una especie de ‘museo histórico’, con cinco o más aparatos en desuso.
Si bien el teléfono móvil sobresale como la ‘reliquia’ predilecta de los españoles, también reinan en nuestros cajones y trasteros otros dispositivos viejos como reproductores multimedia (44 %), ordenadores y accesorios informáticos (40 %), o videoconsolas y cascos de realidad virtual (33 %).
¿Qué nos vincula tanto a nuestros dispositivos?
El estudio de Grover también indaga en los motivos que hacen que los españoles tiendan a no deshacerse de su tecnología obsoleta. La principal razón es la prudencia ante la posibilidad de que estos aparatos sean necesarios en otro momento (33 %), seguida de otros factores como la nostalgia que nos motiva a conservarlos como recuerdo (26 %) o que, simplemente, olvidar que se tienen (13 %).
No obstante, muchas de las personas que guardan dispositivos anticuados en casa son conscientes de que podrían cambiar de opinión en algún momento y decidir desprenderse de ellos. Dentro de los motivos por los que estos consumidores podrían considerar ventajoso deshacerse de su tecnología, destacan la posibilidad de obtener un beneficio económico por una venta en segunda mano (19 %), ganar espacio libre en casa (19 %) o estar plenamente seguros de que no los volverán a utilizar nunca más (14 %).
Lisa Steffenhagen, Senior Sustainability Manager de Grover, comenta: “Que los dispositivos que poseemos acaben abandonados en los cajones de nuestras casas propulsa un gran riesgo para el planeta. Apostar por nuevas formas de acceder a la tecnología no solo ofrece una mayor flexibilidad y comodidad, sino que, además, evita que los dispositivos acaben en desuso. Al reciclar los dispositivos, alquilándolos y devolviéndolos a Grover tras su uso, conseguimos que la tecnología - y con ella los valiosos recursos tecnológicos - puedan cumplir uno o varios ciclos de vida con otros clientes”.