"Una combinación de trabajadores y robots conformará el trabajo en las organizaciones"

Parece ser que los ‘digital coworkers’ han llegado para quedarse a raíz de la pandemia del coronavirus, ¿a qué se ha debido esta transformación?

La necesidad de garantizar la continuidad de las empresas ha llevado a adoptar, de manera masiva, políticas de ‘smart work’ (‘trabajo inteligente’) que incluyen este tipo de soluciones, en mayor o menor medida, para cuano la pandemia haya pasado; es lo que manifiesta el 70% de las empresas que hemos consultado en una encuesta de impacto de la COVID-19 en el mercado tecnológico español. Con esto, las compañías pretenden responder de una manera ágil y rápida al mercado, además de controlar y optimizar al máximo los costes. Pero también aumentar la productividad, la eficiencia y la calidad de los productos y servicios, mientras se reducen costes. Esta es la nueva prioridad de las empresas.

¿Qué ventajas conlleva esta implantación de soluciones inteligentes en las empresas?

La principal ventaja es el aumento de la capacidad de trabajo de los propios trabajadores. Se consigue reducir su dedicación a tareas de menor valor para lograr mayor agilidad, frugalidad y productividad, ya que pueden dedicar su tiempo a otras de más valor para la organización, como ayudar a responder de manera más flexible y rápida a las demandas y cambios que haya en el mercado.

¿Cuáles son los procesos más susceptibles de poder ser realizados mediante automatización inteligente?

El abanico de procesos que pueden ser realizados de esta manera es muy amplio. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con equipos y personas, es decir, tareas repetitivas de bajo valor añadido que se realizan de forma manual, del tipo procesamiento de datos, ‘reporting’ (generación de informes), ‘call centers’, altas de empleados, pagos, facturación, procesamiento de pedidos, etc. Pero también se pueden utilizar para aplicaciones de negocio, planificación de trabajos, integración de datos, o para otras tareas IT (tecnología de la información) que se ejecutan manualmente o con ‘scripts’, sin visibilidad.

¿Qué recursos necesita una empresa para acceder a este tipo de herramientas? ¿Están estas soluciones solo al alcance de las grandes compañías?

Lo primero que debe hacer la empresa es contar con un mapa de procesos actualizado que identifique cuáles son los que, potencialmente, pueden ser automatizados, y arrancar con un caso de uso que sirva como ‘quick-win’ (literalmente, ‘victoria rápida’ o ‘éxito). Debe probarse, por lo tanto, en un proceso relevante, con resultados rápidos y con un retorno de la inversión que sea claro. Después, ya puede buscar tecnologías de automatización como los ‘bots’, soluciones ‘end to end’ para tener una visión global de todo el proceso o la Inteligencia Artificial para mejorar las respuestas.

En la actualidad, estas herramientas están al alcance de todas las organizaciones ya que existen múltiples opciones de acceso, como el pago por uso, por ejemplo. Lo más importante es elegir un caso correcto y una solución que sea fácil de utilizar.

¿Cree que llegará la automatización inteligente a sustituir el trabajo de las personas o siempre será necesario contar con el factor humano?

La automatización permite ahorrar mucho tiempo e incrementar la productividad pero, aunque la inteligencia artificial esté incrementando la independencia de los robots a la hora de ejecutar las tareas, ampliando el abanico de situaciones y casos de uso en los que se utilizan, será una combinación de trabadores y robots lo que conforme la fuerza de trabajo de las organizaciones. Siempre será necesario contar con el factor humano.